Critica de arte: entre la ignorancia y la ética

por Rosa Olivares

La mayoría de los que saben que existe la crítica de arte se preguntan para qué sirve, a lo que algunos responden: a) para nada; b) para halagar el ego de artistas, galeristas, etc.; c) para ganarse a los contratantes, por ejemplo instituciones (a la hora de comisariados), o galerías y/o artistas (textos de catálogos). Sin embargo, la crítica no sólo existe, sino que hay varias asociaciones funcionando, en un letargo más o menos silencioso, y una de ellas ha aprovechado ARCO para dar a conocer un sucinto e igualmente anodino «código deontológico» que se resume a sí mismo en una frase: hay que ser buenos. Es decir, que hay que ser libre e independiente, argumentar lo que se escribe, basarse en unos conocimientos científicos (que yo supiera el arte no era una ciencia), hay que ser respetuoso hacia todo el mundo, ayudar a los jóvenes, «no subordinará sus juicios u opiniones a los intereses económicos políticos, etc.»; el crítico debe ser honesto, estar informado, se debe llevar bien con sus colegas de profesión, y compartir sus conocimientos y su experiencia personal (¡ja y ja!); debe ser respetuoso con los artistas y, finalmente, puede decir que no a un encargo.

En fin, esto en dos folios que no añaden ni definen nada. ¿Cómo ser independiente al hacer una crítica de la institución a la que se ha llevado un proyecto de exposición? ¿Cómo compartir nada con unos colegas que son claramente competencia, y casi siempre desleal? ¿Cómo ayudar a los jóvenes si son temidos por los más, y además no hay trabajo para nadie? ¿Cómo ser respetuoso con un artista al que se le está diciendo que no, que no y que no? Claro, el resultado tal vez sea el que es: no hay casi nunca crítica seria, a veces algún exabrupto y las más de las veces halagos, prosa hueca, y polvillo. Tal vez la crítica buena, la mejor, no resista el gremialismo, especialmente visto lo visto de las asociaciones. Y en esto llega una conocida crítica catalana y ¡catapún! desconociendo de lo que habla (la situación social y cultural de Vitoria) pone a parir a todo el mundo (especialmente a ARTIUM). Insulta, falta al respeto, y escribe y escribe sin saber ni la mitad de lo que está afirmando. ¿Quién le va a decir que no se hace así, que hay que documentarse, preguntar a los que saben, leer algo, viajar más -por el interior del país-, no ser tan local ni tan super-yo? Vamos, que ¿quién le dice que no tiene ni mucha idea ni mucha ética? ¿El Consejo de Críticos? ¿Para qué sirve la crítica? Para aumentar nuestro conocimiento del arte actual, para poder entender la obra que se analiza, para tener opiniones en las que comparar la propia… Y para mucho más, pero eso sólo lo hace la crítica seria, profesional y bien hecha.en Exit Express, Información y debate sobre arte actual nº 34, Marzo 2008

Un comentario en “Critica de arte: entre la ignorancia y la ética

  1. Hola, no entendí muy bien tu post, debo ser yo. Te dejo el link de una reflexión mía sobre el arte que habla un poco de algo que creo tu mencionas

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